Montes Ordenados
Los ingenieros forestales y de montes somos conscientes del desconocimiento por gran parte de la sociedad del ejercicio de nuestra profesión. Muchos de nosotros hemos escuchado desde nuestro entorno más próximo preguntas del tipo ¿pero exactamente a qué os dedicáis, cuál es vuestro día a día en el trabajo? Como intentamos contaros desde este blog, las ciencias forestales son enormemente multidisciplinares y nuestro ámbito de actividad abarca desde la protección frente a incendios, plagas o enfermedades, la conservación y mejora de las masas forestales hasta, en muchas ocasiones, su aprovechamiento económico sostenible para la extracción de madera y otros productos, así como la regulación de la caza y su uso recreativo. También es parte fundamental de nuestro trabajo la recuperación de terrenos deforestados y la lucha contra la desertización.
Entendemos también que este desconocimiento
se vea reforzado por la creencia popular de que los bosques y montes arbolados
como mejor pueden conservarse es, en la medida de lo posible, manteniéndose
ajenos a toda intervención humana. Y comprendemos que la lógica pueda llevar a
concluir esto como la alternativa más “natural”.
Sin embargo, las ciencias
forestales cuentan con una experiencia y tradición de siglos que nos han
permitido entender que la gestión de nuestros montes resulta casi siempre
imprescindible para conseguir el mejor desarrollo de los mismos y favorecer la
biodiversidad que albergan.
Para ello, contamos con una
herramienta fundamental para la gestión forestal de montes arbolados como son los proyectos de ordenación.
Estos documentos recopilan información esencial del monte a partir de la
elaboración un inventario que nos permite conocer su estado legal (límites,
propiedad, usos, etc.), natural (factores ecológicos como la situación
geográfica, fauna, flora y estado sanitario), forestal (información cualitativa
y cuantitativa de la vegetación y el terreno) y socioeconómico (demanda
y oferta de bienes y servicios).
Esta descripción exhaustiva del
monte nos sirve de base para planificar en
el espacio las diferentes actuaciones
que realizaremos a lo largo de los años de vigencia del plan de ordenación (en
torno a los 10-15 años) para garantizar su pleno desarrollo, racionalizar su
aprovechamiento, y proteger tanto a la flora como a la fauna que acogen. Por
supuesto, la enorme variedad de estos ecosistemas nos obliga a elegir entre
diferentes estrategias para la consecución de tales objetivos. Entre otras
actuaciones, destacan los tratamientos selvícolas (cortas, podas, desbroces,
etc.) que nos van a permitir a lo largo de los años conseguir el modelo de
monte que hemos descrito en el plan de ordenación. Para ello, también resulta
imprescindible revisar periódicamente estos proyectos de ordenación al término
del plazo temporal para el que se han diseñado.
Confiamos en que una mirada
atenta os permitirá a cualquiera de vosotros observar el resultado de todo este
trabajo o, por el contrario, el “abandono” de aquellos montes que no han sido
ordenados. Os animamos al menos a intentarlo cada vez que paseéis por el monte y
a comentarnos el resultado de vuestras observaciones.
Hola veo que ya no publicas! si quieres puedo publciar una entrada yo por tí!
ResponderEliminarGracias
contactame si quieres a planetadelfuturo@gmail.com
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